martes, 15 de mayo de 2012

Normas de conservación para el marcaje de obras


  Como se ha señalado en capítulos anteriores el ingreso de objetos al Museo, debe corresponderse con la asignación definitiva del número de identificación perteneciente a cada obra y la asociación física de dicho número con el objeto respectivo. Esta asociación se alcanza mediante el marcaje, directo e indirecto del objeto mismo. 

  La acción descrita garantiza el posterior manejo técnico y administrativo de la colección, así como el almacenaje y ubicación de las obras en depósito, y el proceso de marcaje requiere el cumplimiento de ciertas normas de conservación, cuyo conocimiento y consideración contribuyen, por un lado, a minimizar los riesgos del objeto, antes y después del marcaje; mientras también garantizan la utilidad y la durabilidad de éste. 

   En tal sentido, es importante estar conscientes de que el marcaje de cada objeto implica una evaluación del material que lo compone, de su forma, peso, y de su estado de conservación. No obstante, en forma general pueden seguirse algunas recomendaciones:
  
   Pueden ser marcados directamente los objetos de vidrio, metal, madera, hueso, cerámica y plástico. Se utiliza comúnmente las pinturas de óleo (solubles con trementina), los acrílicos (solubles en agua) y en algunos casos la tinta china. El papel puede ser marcado con un lápiz de punta media. 
  
   Los textiles se marcan mediante cintas de algodón o lino, que no destiñan, en las cuales se escribe con tintas indelebles; luego, se cosen a las prendas. Igualmente se procede con los objetos de materia orgánica (cuero o pieles) los cuales deben ser identificados con etiquetas de papel libre de ácidos. 
  
   Si la superficie sobre la cual se aplicará el marcaje es lisa, es aconsejable aplicar una película de base, que facilite la escritura. Igual recomendación es aplicable en superficies porosas, a fin de evitar la penetración de sustancias ajenas al objeto.
  
   Para objetos que requieran ser limpiados o pulidos frecuentemente, como es el caso de la platería, la porcelana, o la cristalería, se recomienda aplicar una película de protección sobre el marcaje. 

   Las colecciones de historia natural se identifican con etiquetas de metal, según sea su tamaño. Los especímenes pequeños, por ejemplo insectos, se identifican mediante etiquetas sostenidas bajo los alfileres de cada muestra. 

   El lugar donde se coloque la marca debe ser un sitio discreto del objeto, protegido del roce y desgaste por peso y fricción, y donde se dificulte la desaparición de la identificación. En los objetos de mucho peso, la marca nunca debe colocarse en la base aunque sí cerca de ésta
Es aconsejable que objetos similares sean marcados en los mismos sitios, de forma de facilitar la búsqueda de la identificación.  
Almacenaje de obras 
   A menudo, en los Museos se presta escasa atención a los lugares de depósito y almacenamiento de obras. Error grave éste, ya que la experiencia indica que son muchos los daños ocasionados en las colecciones por el inadecuado diseño del área dispuesta para servir como depósito de las mismas. 

   La importancia de los depósitos y almacenes de obras, radica en que son éstas las áreas en las que las colecciones reposan por período más prolongados de tiempo. De hecho, es el depósito el lugar en donde se inician y culminan todas las operaciones y movimientos de obras, desde su ingreso a la institución hasta su salida a exposición. 
Veamos: 


Por las razones expuestas, deben preverse ciertas condiciones para las áreas de almacenaje. 
amplitud  
control de clima  
facilidad de limpieza  
seguridad y sistemas de alarmas  
fácil y seguro acceso

NORMAS TÉCNICAS DE MUSEOS .
CONAC, MUSEOS, 2005
RECOPILACIÓN, 2009:
RESTAURADORA DE OBRAS DE ARTES :
ALBA LUCIA GUERRERO
RESTAURADOR DE PINTURAS CABALLETES:
CARLOS ENRIQUE  RODRÍGUEZ ARRIECHE
CARACHE, ESTADO TRUJILLO VENEZUELA


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