Como se ha señalado en capítulos anteriores
el ingreso de objetos al Museo, debe corresponderse con la asignación
definitiva del número de identificación perteneciente a cada obra y la
asociación física de dicho número con el objeto respectivo. Esta asociación se
alcanza mediante el marcaje, directo e indirecto del objeto mismo.
La acción descrita garantiza el posterior manejo técnico y administrativo de la colección, así como el almacenaje y ubicación de las obras en depósito, y el proceso de marcaje requiere el cumplimiento de ciertas normas de conservación, cuyo conocimiento y consideración contribuyen, por un lado, a minimizar los riesgos del objeto, antes y después del marcaje; mientras también garantizan la utilidad y la durabilidad de éste.
En tal sentido, es importante estar conscientes de que el marcaje de cada objeto implica una evaluación del material que lo compone, de su forma, peso, y de su estado de conservación. No obstante, en forma general pueden seguirse algunas recomendaciones:
La acción descrita garantiza el posterior manejo técnico y administrativo de la colección, así como el almacenaje y ubicación de las obras en depósito, y el proceso de marcaje requiere el cumplimiento de ciertas normas de conservación, cuyo conocimiento y consideración contribuyen, por un lado, a minimizar los riesgos del objeto, antes y después del marcaje; mientras también garantizan la utilidad y la durabilidad de éste.
En tal sentido, es importante estar conscientes de que el marcaje de cada objeto implica una evaluación del material que lo compone, de su forma, peso, y de su estado de conservación. No obstante, en forma general pueden seguirse algunas recomendaciones:
Pueden ser marcados
directamente los objetos de vidrio, metal, madera, hueso, cerámica y plástico.
Se utiliza comúnmente las pinturas de óleo (solubles con trementina), los
acrílicos (solubles en agua) y en algunos casos la tinta china. El papel puede
ser marcado con un lápiz de punta media.
Los textiles se marcan
mediante cintas de algodón o lino, que no destiñan, en las cuales se escribe
con tintas indelebles; luego, se cosen a las prendas. Igualmente se procede con
los objetos de materia orgánica (cuero o pieles) los cuales deben ser
identificados con etiquetas de papel libre de ácidos.
Si la superficie sobre la
cual se aplicará el marcaje es lisa, es aconsejable aplicar una película de
base, que facilite la escritura. Igual recomendación es aplicable en
superficies porosas, a fin de evitar la penetración de sustancias ajenas al
objeto.
Para objetos que
requieran ser limpiados o pulidos frecuentemente, como es el caso de la
platería, la porcelana, o la cristalería, se recomienda aplicar una película de
protección sobre el marcaje.
Las colecciones de
historia natural se identifican con etiquetas de metal, según sea su tamaño.
Los especímenes pequeños, por ejemplo insectos, se identifican mediante
etiquetas sostenidas bajo los alfileres de cada muestra.
El lugar donde se coloque la marca debe ser un sitio discreto del objeto, protegido del roce y desgaste por peso y fricción, y donde se dificulte la desaparición de la identificación. En los objetos de mucho peso, la marca nunca debe colocarse en la base aunque sí cerca de ésta
Es aconsejable que objetos similares sean marcados en los mismos sitios, de forma de facilitar la búsqueda de la identificación.
A
menudo, en los Museos se presta escasa atención a los lugares de depósito y
almacenamiento de obras. Error grave éste, ya que la experiencia indica que son
muchos los daños ocasionados en las colecciones por el inadecuado diseño del
área dispuesta para servir como depósito de las mismas.
La importancia de los depósitos y almacenes de obras, radica en que son éstas las áreas en las que las colecciones reposan por período más prolongados de tiempo. De hecho, es el depósito el lugar en donde se inician y culminan todas las operaciones y movimientos de obras, desde su ingreso a la institución hasta su salida a exposición.
Veamos:
La importancia de los depósitos y almacenes de obras, radica en que son éstas las áreas en las que las colecciones reposan por período más prolongados de tiempo. De hecho, es el depósito el lugar en donde se inician y culminan todas las operaciones y movimientos de obras, desde su ingreso a la institución hasta su salida a exposición.
Veamos:
Por las razones expuestas, deben preverse ciertas condiciones para las áreas de almacenaje.
amplitud
control de clima
facilidad de limpieza
seguridad y sistemas de alarmas
fácil y seguro acceso
NORMAS TÉCNICAS DE MUSEOS .
CONAC, MUSEOS, 2005
RECOPILACIÓN, 2009:
RESTAURADORA DE OBRAS DE ARTES :
ALBA LUCIA GUERRERO
RESTAURADOR DE PINTURAS
CABALLETES:
CARLOS ENRIQUE RODRÍGUEZ
ARRIECHE
CARACHE, ESTADO TRUJILLO VENEZUELA
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